HOMENAJE A GUATEMALA

“Desde lo alto de una talaya de nuestra muralla de cal y canto , vimos a lo lejos llegar una tropa de españoles a nuestra tierra, Quauhquechollan. Atravesaron las dos murallas y el río Huitzilac y establecieron una alianza. Nuestros caciques los recibieron con un abrazo, aún puedo recordar sus nombres: uno de ellos se hacía llamar Hernán Cortés , venía acompañado por una mujer a la que llamaba Malincín (Malinche) que les fue entregada en Tlascala para ser su acompañante y traductora. También lo acompañaba el capitán Jorge de Alvarado , quien portaba el estandarte de los señores principales de España . La alianza de españoles y quauhquecholtecas para comenzar la conquista de las tierras del sur de Quauhquechollan (Oaxaca y Chiapas, México, y Guatemala, Honduras y El Salvador).

Tomado de la narración visual y auditiva del lienzo de
Quauhquechollan, elaborado por la Universidad Francisco Marroquín, basado en cartas de Hernán Cortés, Pedro de Alvarado y Jorge de Alvarado.

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...todo el territorio de Soconusco y entra a Guatemala por la costa sur donde tiene el primer enfrentamiento con los pobladores de Zapotitián, hoy llamado San Martín Zapotitln y cuyo nombre quiché es Xetulul que deriva de los vocablos Xe, “al pie de”, y Tulul, “zapote”, es decir “al pie del zapote”.

Ocupada Xetulul sube por Santa María de Jesús y enfrenta al ejército quiché, formado por 70 mil guerreros, en los llanos de Olintepeque, donde vence al príncipe Arzumanché, pariente de Tecún Umán. Los cronistas de la época escriben que durante esta batalla el río Samalá se tiñó con la sangre de los indígenas muertos, y que entonces fue llamado Xequijel que significa “río de sangre”.

Tecún Umán, que significa “nieto del rey”, era gobernador militar de Totonicapán y el escogido por los reyes del Imperio Quiché, sus abuelos, como jefe principal de las fuerzas quichés para contrarrestar el avance del ejército español sobre sus territorios.

En la batalla de los llanos de Quetzaltenango se encuentran frente a frente, Pedro de Alvarado y Tecún Umán, este último muere atravesado por la lanza de su contrincante, y los guerreros quichés al verlo caído huyen en desbandadas. Alvarado al ver el cuerpo de aquel guerrero pregunta -quién es ese gentil hombre?, pues Tecún Umán vestía con sus mejores galas, con plumas de quetzal, esmeraldas, piedras preciosas y portaba su escudo.

Los indígenas creían que Tecún Umán se transformó en “serpiente emplumada” (quetzal) o Kukumatz, pues todo individuo tenía un Nahual, es decir, una persona o un animal que desde que nace le acompaña y al morir se transforma en el Nahual. Se dice desde entonces que este lugar es “del quetzal”, y de ahí el nombre de Quetzaltenango.

Después de la batalla de Olintepeque, Pedro de Alvarado se retira al lugar llamado Sak’ajá, que deriva de las voces Sak, “blanco”, y cajá, “casa” es decir, “casa blanca”; hoy denominado en lengua castellana como Salcajá. En este lugar se establece una colonia española del 5 de mayo de 1524 levantan el primer templo católico de Centroamérica llamado “Ermita de la Purísima Concepción, la Conquistadora”.

Según relata Fray Francisco Vásquez, autor de la “Crónica de la Provincia del Santísimo Nombre de Jesús de Guatemala” (escrita a finales del siglo XVII, impresa en 1714 y editada en cuatro tomos en 1944 por la Sociedad de Geografía e Historia de Guatemala), este templo estaba dedicado a la Virgen María, la Patrona de la Orden Seráfica, en donde se celebró la primera misa del territorio guatemalteco el día de Pascua de Pentecostés de ese mismo año, y en donde “se bautizaron cuarenta de los principales, los cuales fueron después guiando a los españoles a las demás conquistas” (Tomo 1, pp. 17-23). Más tarde (el cronista no especifica el tiempo) se construyó en Quetzaltenango un “Suntuoso templo”, dedicado al Espíritu Santo (Tomo 1, p. 25).

El 14 de mayo de 1524, vencen los españoles al ejército quiché en los llanos del Pinal, cerca del pueblo llamado “lugar de los quetzales”, y con el fin de perpetuar en el tiempo el recuerdo de esta victoria, acaecida cabalmente en la víspera de Pentecostés, se acuerda que la nueva advocación del pueblo fuera “El Espíritu Santo”.

En 1532, el Obispo Francisco Marroquín ordena la construcción del templo del Espíritu Santo, que enfrenta durante toda su historia continuos terremotos y vicisitudes hasta en 1902, cuando queda destruido. Posteriormente, se realiza una reconstrucción de la edificación, la cual puede apreciarse en el presente.


http://es.youtube.com/watch?v=JbTdkdVZkQw

Recomendamos vívamente a todos los españoles visitar a la hermosísima nación hija de Guatemala.

Esperamos contar en breve con una biografía del insigne Dr Don Marco Antonio Mejía Dávila.